La vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida, decía Oscar Wilde, y algo parecdo podría afirmarse de la relación entre la ciencia y e arte, esos hermanitos descarriados, que van por caminos irrevocablemente paralelos, hasta que descubrimos que ambos buscan lo mismo: entender(nos), sorprender(nos), emocionar(nos)..

¡BIENVENIDOS AL MUSEO!

lunes, 19 de noviembre de 2012


Sala 9. Gustave Coubert,
Paul Cézanne, Henri Rosseau:
Paisajismo para geólogos

La pintura es una ciencia, y a ella se debe aspirar como a la búsqueda de las leyes de la naturaleza. ¿Por qué, entonces, la pintura de paisaje no puede ser considerada una rama de la filosofía natural de la que los cuadros no serían sino los experimentos?
John Constable
















El arroyo de Puits-Noir en Ornans (c. 1867 – 1868),
Gustav Coubert


En 2003, un grupo de geólogos expertos en el estudio de las transformaciones que sufren los paisajes como consecuencia de la erosión propusieron el empleo de pinturas de Coubert, Rouseau y Cézanne como metáforas para explicar las diferentes formas de aproximarse al estudio de la evolución del, paisaje.
Entre las múltiples maneras posibles de estudiar las características y la evolución de un paisaje, cuatro son las principales y para entender cada una de ellas es posible utilizar una obra de arte como metáfora.

Realismo detallado:
El diablo (o el geólogo) está en los detalles (del paisaje)

Tener un Courbet a su lado proporcionando toda la información paisajista con este lujo de detalle permitiría a un geólogo hacer diagnósticos y predicciones muy precisas sobre un paisaje de su interés. Mala noticia para los geólogos: en nuestro mundo no abundan los Courbet y, además, está fuera del alcance actual contar con información tan detallada en escala de espacio y de tiempo en que los geomorfólogos modernos estudian paisajes.

Realismo espacial:
Capturando la esencia del paisaje

No he tratado de reproducir la naturaleza: la he representado
Paul Cézanne















El monte de Sainte – Victoire visto desde Les Lauves (c. 1904 – 1906),
 Paul Cézanne.

En la realidad, en realidad es ilusorio esperar que un geomorfólogo pueda predecir las características exactas de un paisaje en cierto instante de tiempo, debido a que el paisaje evoluciona en cuatro dimensiones. 
Los geomorfólogos deberían encontrar inspiración en obras de Cézanne como El monte de Saint Victoire visto desde Les Louves que “muestra” sólo los elementos esenciales del paisaje: el perfil de la montaña que se alza sobre la planicie circundante, y casas arracimadas entre los árboles en primer plano. Este es un lugar específico reconocible, pero sólo se identifican las características más generales”. Los geomorfólogos que practican este “realismo esencia”, tienen como finalidad explicar qué hace diferente a un paisaje de otros.

Realismo estadístico:
Si Mr. Anderson/Neo hubiera sido geólogo

Acostumbrados a la era digital encontrarán en la película The Matrix una metáforamejor para ponerse las botas del geólogo que explica el paisaje mediante el realismo estadístico: cuando un especialista en ciencias de la Tierra observa las gráficas que mediante diferentes procesos erosivos, en su mente se forma un cuadro completo de cómo se está comportando la región de interés, sin necesidad de ver pintura o foto alguna de ella. Algo similar hace Keanu Reeves en su papel de Neo, a quien le basta la cascada de números color verde fluorescente que aparece ante él en una pantalla para saber qué está pasando dentro de la Matriz.
Para entender en profundidad los procesos que modifican un paisaje, los científicos necesitan todas las herramientas posibles: simulaciones en computadora, observaciones directas en el campo, experimentos y mediciones recolectadas mediante diversos instrumentos. Reproducir la realidad es mérito de artistas y científicos por igual.

domingo, 18 de noviembre de 2012


Sala 8. Henri Matisse:
falsificaciones e imitaciones,
haciendo un matiz

Siempre me ha molestado que no pinto como todos los demás.
Henri Matisse


La Lección de Música (1917), Henri Matisse



Un auténtico vistazo a la historia
de las falsificaciones

¿Qué tienen en común, además de lo obvio, Dalí, Picasso, Klee y Matisse? A los cuatro los une el dudoso honor de haber sido durante mucho tiempo los artistas favoritos de los falsificadores de arte.
Hace  más de dos mil años los escultores romanos copiaban sin pudor las esculturas griegas y, durante el Renacimiento, era común queun maestrode la pintura encargara a sus aprendices que copiaran algunos de sus trabajos para que adquirieran la técnica y el estilo.  A diferencia de los tiempos modernos y postmodernos no eran consideradas falsificaciones sino eran un tributo a las enseñanzas del Artista Maestro.
Hoy en día, tanto peca el que falsifica la obra de arte como quien la vende como original y hay un tercer culpable: aquel que falsifica únicamente el estilo de cierto pintor para hacer pasar sus obras como si fueran de éste.


El falsificador  falsificable

Cuando se trataba de hacer un Matisse, De Hory era mejor que Matisse.
Clifford Irving

Las falsificaciones que De Hory hizo de Picasso y Matisse le permitieron vivir durante mucho tiempo en la Europa de la postguerra. Pero son sus Matisse los que le dieron el reconocimiento. Muchos lo consideran un imitador de estilos.
Eso sí, ni siquiera él se salvó de ser imitado en su imitación, ya que falsificaciones de sus falsificaciones han sido subastadas en más de una ocasión.
Gracias a la ciencia, la Interpol, los dueños de galerías y casas de subastas cuentan con herramientas que ayudan a determinar si el Matisse realmente lo es.


martes, 13 de noviembre de 2012



 Relatividad en el tiempo y en el espacio

Las similitudes entre Picasso y Einstein en sus exploraciones por la geometría del espacio-tiempo han sido a su vez minuciosamente exploradas por el físico Arthur I. Miller en su obra Einstein y Picasso: el espacio, el tiempo y los estragos de la belleza. Para Miller, Las señoritas de Aviñón representa en el arte una revolución comparable a la publicación de la teoría especial de la relatividad en 1095.

Sala 5. Jackson Pollock,
Fractales y expresionismo caótico

Cuando estoy pintando tengo una noción general de lo que quiero. Yo puedo controlar el flujo de pintura: no hay accidente.
Paul Jackson Pollock


Postes azules: numero 11 (1952), Jackson Pollock

El misterio azaroso de las pinturas caóticas

Jackson Pollock, uno de los artistas más representatiivos del expresionismo abstracto.
El azar y el caos tienen mucho que ver con la técnica y la obra terminada en cada Pollock, su trabajo está muy lejos de ser simple –de hecho, como veremos más adelante, su complejidad es grande y, si bien es incuantificable en términos artísticos, es matemáticamente medible-.
Veinticinco años han pasado desde que Jackson Pollock decidió utilizar todo su cuerpo como un péndulo viviente para esparcir gotas de pintura sobre enormes lienzos colocados de manera horizontal en el piso de su estudio; un cuarto de siglo en el que Benoit Mandelbrot y otros matemáticos pudieron introducir y desarrollar la matemática que describe los cuadros de Pollock: la geometría fractal.

Taylor y los “Pollock” naturales
Tal como el arte puede beneficiarse de la investigación científica, así también la ciencia puede aprender de os grandes artistas.
Richard Taylor

Taylor receuerda cómo lo sedujeron las dimensiones y formas de las pinturas de Pollock: además de físico, Taylor también pintaba obras de arte abstracto.
Taylor se preguntó si la semejanza entre las pinturas del Pollock genuino y el Pollock accidental, creado por la naturaleza, sería mucho mas que fortuita.
Gracias a esta pista, puedo concluir que, en ambos casos, ante nuestros ojos se presentaba el resultado de un proceso caótico, el tiempo meteorológico, por un lado, y un péndulo humano por el otro.
A diferencia de la manera ortodoxa de pintar, en la que el artista limita sus movimientos corporales a los correspondientes a manos y brazos, Richar Taylor, Adam Micolich y David Jonasmencionan que Jackson Pollock utilizaba todo su cuerpo y, gracias a ello, introducía en sus obras un rango muy amplio de escalas de longitud mientras l pintura goteaba o era derramada –el flujo variaba según la voluntad del artista-.
Como consecuencia la trayectoria de la pintura en las obras terminadas se describe según lo que se conoce como vuelos de Lévy.
En la difusión, cada partícula dispersiva da pasos aleatorios, cada uno de ellos de longitud muy similar, mientras que en el caso de un vuelo de Lévy, la partícula da largos saltos o “vuelos” intercalados con pasos pequeños de manera aleatoria en ambos casos.
El movimiento browniano como los vuelos de Lévy son descritos por la geometría fractal.
Pollock empleaba su método para esparcir caóticamente la pintura en el lienzo, a lo largo de seis meses durante los cuales trabajaba repetidamente de esta manera en su obra. El resultado final, ahora sí, tenía una dimensión fractal.

La solución física del enigma

Una de las principales características de los fractales es la autosimilitud; ésta está presente en el caso de Pollock auténticos, y su dimensión fractal es indicadora de mayor complejidad a medida que aumenta su valor, signiica que la complejidad de las pinturas aumentó a medida que el artista refinaba su técnica. Así Richard Taylor demostró que a partir de los valores calculados con ayuda de una computadora al analizar obras correspondientes a diferentes etapas artísticas de Pollock, podía concluir con bastante exactitud a qué periodo pertenecían.

Sala 6. Piet Mondrian:
trazando la línea

Al observar el mar, el cielo y las estrellas, busqué señalar su función plástica a través de una multiplicidad de cruces verticales y horizontales. Impresionado por la vastedad de la Naturaleza, estaba tratando de expresar su expresión, reposo y unidad
Piet Mondrian


Composición en amarillo, rojo, azul y negro (1921), Piet Mondrian


Verticales,horizontales,diagonales y neurobiología

Si el reto como futuros falsificadores o imitadores de Pollock era crear una obra maestra 
arrojando err´ticamente pintura en un lienzo durante variosmeses,en este caso el desafío es muchísimo más sencillo: crear una obra maestra del neoplasticismo siguiendo unas reglas muy sencillas.
Los “mandamientos del neoplasticismo” son:
1.    Usar sólo colores primarios: amarillo, rojo y azul, o los no colores (blanco, gris y negro)
2.    Equilibrio estático debe alcanzarse mediante el uso de opuestos.
3.    Los elementos composicionales deben ser líneas rectas verticales y horizontales.
4.    Debe evitarse la simetría.
5.    El equilibrio y el ritmo deben incrementarsea través de las relaciones de proporción y ubicación.
En 1999, la neurobiología le dio la razón a Mondrian, ya que ese año el neurólogo Semir Seki determinó que las neuras que procesan la información visual correspondiente a pinturas que contienen líneas diagonales son distintas de las que se encargan de procesar la información proveniente de pinturas con una malla de líneas verticales y horizontales.
A sus líneas verticales y horizontales las dotó de un simbolismo, en cuyo marco lo vertical es masculino y lo horizontal, femenino.
¿Nadie más que Mondrian es capaz de hacer un Mondrian? ¡No, no y no!

Estadística entre líneas

En 2001, el artista australiano Alan Lee creó ocho Mondrian en los que, colocó las líneas completamente al azar. Lee mezcló sus ocho obras con cuatro Mondrian originales y luego les pidió a diez expertos en arte y alrededor de cien personas no especialistas que separaran el grano de la paja. Resultado: nadie pudo distinguir una pintura auténtica de una falsa, algo que posiblemente hubiera decepcionado al meticuloso Mondrian.
Richard Taylor luego de analizar veintidós cuadros de Mondrian, determinó que la posición de las líneas no es fruto de azar ya que de acuerdo con Taylor, la probabilidad de que Mondrian trazara una línea cerca del borde del liezo duplicaba la probabilidad de que la trazara cerca del centro.
Lo que muestra el estudio de primero es que no somos capaces de reconocer a simple vista una distribución aleatoria de otra que no lo es. Lo que muestra el estudio del segundo es que matemáticamente es bastante sencillo determinar si la distribución de probabilidad de un evento es aleatoria o no.

Sobre bebés y sus madres, ell efecto oblicuo y la dilatación de la pupila

Desde el año 2000, gracias a los psicólogos Latto, Braian y Kelly, es que nuestra percepción de las líneas diagonales es ligeramente menor con respecto a nuestra percepción de las líneas verticales y horizontales.
Latto y sus colegas midieron el nivel de placer estético que un grupo de observadores afirmó percibir luego de observar pinturas de Mondrian en su posición original.

Sala 7. Giacomo Balla y el futurista
movimiento de un perrito

Dada la existencia de la fotografía y del cine, la reproducción pictórica de la realidad no interesa y no puede interesar más a nadie.
Giacomo Balla



Dinamismo de un perro con correa (1912), Giacomo Balla




Pintura en movimiento

Los futuristas tenían el corazón de un físico o de un ingeniero, pues lo que los movía era, precisamente, el movimiento y la velocidad.
Es precisamente la obra Dinamismo de un perro con correa la que noventa años despúes de haber sido pintada por Balla, llamó la atención de un grupo de físicos del Instituto Tecnológico de Israel encabezados por Roman Goldenberg. Al analizar cuadros como el de Balla y el jinete rojo, de Carlo Crrá, a Goldenberg se le ocurrió que podía sustituir talento artístico, pincel, colores, lienzo por conocimientos de física y matemática, y una computadora, para emular e éxito de los maestros futuristas al capturar por completo todo lel mecanismo dinámico de movimientos periódicos como el andar de un perro o el galopar de un caballo.

La rigidez –en rigor- de nuestro cuerpo
Y nuestro repetitivo andar

Cuando se trata de analizar el movimiento de un objeto, lo que uno desea es registrar los cambios de posición y su orientación en el espacio, así como las deformaciones que va sufriendo.
Pseudoperiódico: divisible en ciclos que se repiten de manera aproximadamente igual, como el orden que sigue una persona cuando camina.
Inspirado en el cuadro de Balla, Goldenberg analizó el movimiento pseudoperiódico de cuerpos semirrígidos: un perro, un gato y una persona.
Goldenberg obtuvo cientos de siluetas o contornos, cada cierto intervalo de tiempo, con diferentes posiciones y procedentes de decenas de secuencias grabadas en videos que registraban perros, gatos y personas mientras caminaban.
A partir de estas siluetas, determino cuáles de ellas proporcionaban, durante un ciclo completo del movimiento, la misma información.


jueves, 12 de julio de 2012


(Los compuesto de) los colores de la paleta de Monet

En cuanto a los colores que uso, ¿es muy importante? […]
En fin, me sirvo de blanco plata, amarillo de cadmio,
 rojo vivo, rojo oscuro, azul cobalto, verde espemarlda y eso
es todo.
Claude Monet

Paula Dredge, Richard Wuhrer y Matthew R. Phillips examinaron bajo el microscopio pequeñas hojuelas tomadas de regiones dañadas del lienzo de la obra Port-Goulphar, Belle-Ile, y encontraron nueve pigmentos diferentes. Paula Dredge y su equipo estaban convencidos de que la brillantez de este cuadro de Monet se debe al empleo de los nuevos colores de óxidos metálicos obtenidos en el laboratorio.
Podría concluir que en la paleta de colores sintéticos de Monet no sólo había amarillo de cadmio, sino también amarillo de cromo, blanco de plomo, bermellón, verde esmeralda, verde viridian, azul cobalto y azul ultramarino francés.
Gracias al análisis de Dredge, ahora sabemos que en algunas partes de la pintura, Monet llegó incluso a mezclar los diez colores a la vez y que, contrariamente a la creencia popular, algunas secciones de Port-Goulphar, Belle-Ile fueron pintadas en varias capas durante intervalos de tiempo suficientemente  largos para que la primera pudiera secarse antes de aplicar de nuevo otro color.

Sala 4. Pablo Picasso
Desde otras perspectivas

Las señoritas de Aviñon (1907), 
Pablo Picasso



A los pintores habría que sacarles los ojos como a los jilgueros para que canten mejor.
Pablo Picasso






















Pichones con ojo artístico


La elección de pintores impresionistas-que, en los experimentos de Watanabe, fueron Monet, Renoir y Cézame- y cubistas- los seleccionados fueron Picasso, Matisse y Braque-no se basó en los gustos estéticos de los investigadores, sino en la necesidad  de determinar si, como en el caso de los mamíferos de la especie Homo Sapiens, para los pichones existe una relación entre las pinturas y la realidad: ¿Saben los pichones que los que está pintado en un lienzo plano es una representación de algo existente en nuestro mundo tridimensional?
Aunque las pinturas no son un reflejo de la realidad, podemos identificar en ellas, objetos como sillas, puentes, rocas y personas, lo que significa que reconocemos esa relación entre lo representando en el lienzo y lo real; pero en el caso de las pinturas cubistas esta relación es más débil.
Los pichones participantes superaron las expectativas , distinguieron las pinturas de Monet de las de Picasso, clasificaron en un mismo grupo todas las obras de Monet, Cézanne y Renoir, y en otro las de Picasso, Braque y Matisse.
Concluyeron, que los pichones podían reconocer las pinturas impresionistas gracias a los objetos que en ella se representaban, lo que ya no era de ninguna ayuda en el caso de las pinturas cubistas.


La cuarta dimensión del universo cubista


Para entender qué sucede en el universo del cubismo y la teoría de la relatividad, necesitamos hacer a un lado lo que nuestra experiencia diaria nos ha hecho aceptar como “lo normal”; por ejemplo: cómo debe verse un cubo en un lienzo o cómo debe transcurrir el tiempo para dos personas que viajan a velocidades más altas  que aquellas a las que estamos acostumbrados cuando vamos a nuestras escuelas o trabajos.
Hablaremos a continuación de un problema de varias dimensiones que los cubistas hicieron suyo: cómo representar cuatro dimensiones usando únicamente dos.
Tratemos de imaginar lo que propuso Edwin Abbott Abbott en su novela Planilandia: una novela de muchas dimensiones.. Planilandia es  un mundo plano habitado exclusivamente por seres bidimensionales como Cuadrado, quien recibe la visita de un ser superior: una esfera tridimensional.




Desnudo bajando una escalera nº 2 
(1912),


Marcel Duchamp
Limitado por su existencia bidimensional, para Cuadrado es imposible visualizar la esfera en todas sus dimensiones. Desde la perspectiva de cuadrado, la esfera aparece como una serie de círculos, que comienzan en un punto que poco a poco aumenta de tamaño hasta alcanzar un máximo, luego van empequeñeciéndose hasta convertirse de nuevo en un punto y desaparecer.






Arquitectos, ingenieros y pintores tuvieron que dedicar su tiempo a estudiar “El gran libro de la perspectiva” para aprender cómo representar tres dimensiones en un lienzo con ayuda de puntos de fuga.
[Gracias a los cubistas nosotros podemos hacer a un lado todos los manuales y aplicar el método de Cuadrado en Planilandia.]
Para algunos cubistas, la cuarta dimensión no era una dimensión espacial, sino simplemente, el tiempo. 

lunes, 2 de julio de 2012


Sala 3. Claude Monet
bajo el microscopio


Para volverse loco, basta con intentar representar el tiempo, la atmóstefera, el ambiente.

Claude Monet

                                          Port-Goulphar, Belle-lle (1887), Claude Monet

Manifiesto de la climatología cultural

Es hora de abrir un paréntesis para tener presente la diferencia entre tiempo y clima. El primero es el estado instantáneo del cielo, atmósfera y el océano en términos de variables como el viento, la nubosidad, la lluvia, la temperatura, la cantidad de  irradiación solar y la humedad. Si para cierta región tomamos una serie de mediciones de tiempo durante cierto lapso con ello podremos decir cómo es el clima de ese lugar.
Los futuros climatólogos culturales estarán bastante ocupados recorriendo los pasillos de las galerías de arte analizando los paisajes pintados por artistas no sólo contemporáneos, sino de toda la historia del arte.
De 1899 a 1905 Monet trabajó en casi un centenar de lienzos sobre el puente de Charing Cross, el puente de Waterloo y la Casa del Parlamento de Londres. Para ese entonces ya había coloreado la atmósfera londinense con tonos sombríos y característicos de lo que entonces los flemáticos victorianos llamaban “una mezcla humo y niebla”, pero no tardaría en conocerse como smog.
El interés de los climatólogos del siglo XXI, es estimar a partir de las pinturas de Monet, la concentración de esmog y la visibilidad de la atmósfera del Londres de principios del siglo XX.
A partir de un lienzo de Monet del puente de Charing Cross en invierno, Thornes determinó que la visibilidad promedio era aproximadamente 1100 m.

Arte en erupción

No lo pinté para que fuera entendido, sino porque quería mostrar cómo luce semejante espectáculo.

Joseph Mallord William Turner

Cinco grandes maestros pudieron pasar a formar parte del “Salón de la Fama de Artistas Volcánicos”, gracias a haber pintado atardeceres antes, durante y después de erupciones volcánicas, lo que se tradujo en un incremento en el uso del rojo con respecto al verde en estos últimos dos momentos.

                                         Atardecer (c. 1833), Joseph Mallord William Turner 


Sala 2. El arremolinante cuadro –artístico, físico, clínico- de un impresionista


Mi querido Theó: Es todo un reto pintar la atmósfera, pero he descubierto que cuando uno realmente quiere hacer algo, lo logra.

Vicent van Gogh

                                           La noche estrellada (1889), Vicent van Gogh


El secreto está en la mezcla

La noche estrellada es quizás el cuadro más conocido de Vicent Van Gogh y una de las obras más representativas del movimiento impresionista.
Las pinceladas del artista han conseguido plasmar de manera exacta un porceso turbulento: Aragón y su equipo han demostrado que la distribución de la luminosidad en esta y otras pinturas de Van Gogh es igual a la descrita matemáticamente por la teoría de la turbulencia.
¿A qué nos referimos aquí con turbulencia? Añadimos un poco de crema y esperamos a que esta se mezcle con nuestra bebida, sin ninguna ayuda externa, mientras tomamos el tiempo que esto demore con nuestro reloj. Luego servimos más café, añadimos otro poco de crema, y, en esta ocasión, utilizamos una cucharita para revolver, sin olvidarnos de tomar el tiempo que requiere obtener una mezcla homogénea. En el primer caso, el proceso de mezcla se llevó a cabo gracias a la difusión molecular; en el segundo, mediante la difusión turbulenta gracias al movimiento de la cucharita dentro de la taza.
Matemáticamente, el proceso de difusión molecular es muy sencillo de describir mediante una ecuación que se enseña en cualquier curso de ecuaciones diferenciales.
Cuando tomamos con difusión turbulenta, la situación se complica ya que, es necesario determinar el valor de constantes conocidas como coeficientes de difusión turbulenta en todos los ejes en los que tiene lugar este proceso; coeficientes en las componentes horizontal y vertical.

La luminosidad de un Van Gogh

Cualquiera de nosotros puede intentar crear una obra similar y pintar  remolinos de todos los tamaños.
Lo más seguro es que nuestros remolinos no reflejen un proceso turbulento con la exactitud del artista. ¿Cómo sabemos que La noche estrellada sí consigue lo que nosotros no?
El ojo es más sensible a los cambios de la luminosidad. Es más sensible al verde, luego al rojo y, en tercer lugar, al azul.

El vuelo del abejorro

Captar la esencia matemática de la turbulencia no es, el único ni el más grande logro de Van Gogh. Lars Chittka y el artista Julian Walker realizaron un experimento en el que mostraron otra de las obras de Van Gogh –Girasoles- , junto con diferentes pnturas de flores, a un grupo de abejorros. Los insectos se interesaron más por Girasoles que por cualquier otro de los cuadros. No fue únicamente el color lo que atrajo a estos insectos, Van Gogh capturó intuitivamente la esencia de las características de una flor en su pintura.






miércoles, 20 de junio de 2012



PRIMER PISO

La ciencia del arte



Sala 1. Pintores de atmósfera (Volcánica)

Los colores viven una notable vida propia una vez que han sido aplicados en el lienzo.
Edvard Munch




El grito (1893), Edvard Munch
        
 Una historia de espectros


Esos tonos amarillos, anaranjados y rojizos de los atardeceres se deben a la presencia de partículas suspendidas e la mezcla  de gases que constituye nuestra atmósfera. Cuando la luz incide sobre los átomos y las moléculas que hay en la atmósfera, ocasiona que los electrones comiencen a vibrar con una frecuencia de la luz dispersada o, si queremos verlo en términos de la longitud de onda: a menor tamaño de las partículas, menor longitud de onda de luz dispersada (fenómeno, dispersión de Rayleigh)
La luz es una onda electromagnética en la que, el violeta y el azul son colores de frecuencias más altas. Dado que las moléculas de nitrógeno y oxígeno son las más comunes en la atmósfera, el cielo tiene su color característico gracias a que estas moléculas dispersan esas frecuencias.
Por otro lado el amarillo, naranja y rojo, frecuencias más bajas y longitudes más altas, se transmiten casi sin dispersión, con una excepción  que se produce cuando la columna de aire que debe atravesar la luz  para llegar a la superficie es de mayor espesor, y esto ocurre durante la puesta de sol.

El último grito de la ciencia

Pocas obras del arte contemporáneo son tan populares como El grito, de Edvard Munch. La ciencia es capaz  de explicar lo que ocasionó el fuerte estado emocional que llevó a Munch a crearla: el cielo rojo sangre, coloreado por presencia de cenizas procedentes del volcán Krakatoa.
“Nubes como sangre y lenguas de fuego colgaban sobre el fiordo azul oscuro y la ciudad. Mis amigos siguieron, y yo permanecí solo, temblando con ansiedad. Sentí un grito grande, interminable, penetrando en la naturaleza”. Al parecer, quedó sumamente impresionado por el suceso.
Pintó una serie de tres cuadros, frutos de una experiencia tan aterradora para él: Desesperación, El grito y Ansiedad.
La experiencia relatada por Munch había sido completamente interna y psicológica, sin ninguna relación con la realidad externa. Lo que sí es verdad es que los halos que rodean al protagonista de El Grito y a muchos otros personajes de Munch son producto de ciertas drogas alucinógenas.